Rentabilidad esperada bolsa

Si está jubilado, saber que tiene los gastos de subsistencia de los próximos 12 meses en una cuenta bancaria o en un fondo del mercado monetario -y algunos años más en bonos que vencen cuando necesita el dinero- puede ayudarle a mantener la calma y la lucidez, dice Mark.

“Reaccionarás de forma muy diferente a alguien que se ve sorprendido y nunca ha sentado las bases. No se trata sólo de tu tolerancia al riesgo, que es tu capacidad emocional para soportar grandes oscilaciones de precios y pérdidas”, añade. “Se trata de tu capacidad financiera para asumir riesgos. En otras palabras, ¿puede permitirse una pérdida?

Trace un plan que tenga en cuenta para qué está ahorrando, ya sean gastos a corto plazo u objetivos financieros futuros como la matrícula universitaria o la jubilación. Estructure su cartera en función de esos objetivos. El dinero que necesitará a corto plazo o que no puede permitirse perder -el pago inicial de una casa, por ejemplo- se invierte mejor en activos relativamente estables, como fondos del mercado monetario, certificados de depósito (CD) o letras del Tesoro. Los objetivos que necesiten financiación en un plazo de tres a cinco años deben abordarse con una mezcla de bonos con grado de inversión y certificados de depósito. Para el dinero que no vaya a necesitar en cinco o más años, considere activos con potencial de crecimiento, como las acciones, que son más volátiles.

Estrategias bursátiles

Aunque comprar barato y vender caro es una estrategia que ha dado lugar a grandes acumulaciones de riqueza, no es así como los profesionales encuentran su éxito. En lugar de eso, un inversor inteligente despliega su dinero estratégicamente para que funcione de más de una manera: realiza varias tareas a la vez.

  Juegos para invertir en bolsa

Si invertir fuera un juego, la forma de ganar sería comprar una acción a un precio bajo y venderla a un precio más alto, en una fecha posterior. Si eres propietario de una vivienda, entiendes este concepto de forma muy práctica.

Para obtener beneficios de su inversión, lo mejor suele ser utilizar una de estas dos estrategias. La primera se llama inversión en valor. Las acciones, al igual que los productos que compra cada día, salen a la venta de vez en cuando y los inversores en valor esperan a ese precio de venta. Esto facilita aún más la obtención de beneficios, porque las acciones infravaloradas (a la venta) tienen más margen de crecimiento.

Aquí es donde usted pone a trabajar sus habilidades de investigación y evaluación de valores. Una vez que encuentre su acción, suponiendo que quiera invertir en valor, busque que este nombre se encuentre en el medio, o hacia el fondo, del rango de negociación de las últimas 52 semanas. Si no está ahí ahora, espere a que le dé el precio que desea o busque otra empresa. Hay muchos candidatos dignos de esta estrategia.

Cómo invertir en bolsa

Como ilustra este gráfico del índice S&P 500®, cuando la presión vendedora de un mercado bajista toca fondo, las acciones tienen un sólido historial de recuperación en los meses y años siguientes.

Los inversores a largo plazo deben tener en cuenta que una combinación diversificada de acciones, bonos, activos alternativos y efectivo puede ser rentable en entornos de mercado difíciles, con resultados potencialmente mejores que los del índice S&P 500 y otros índices importantes.

  Robot para invertir en bolsa

La rentabilidad de estos ejemplos está representada por el S&P 500, supone la reinversión de todos los ingresos y no refleja gastos de venta, comisiones o gastos. Estos ejemplos son meramente ilustrativos y no son representativos de ninguna inversión en particular.

El Standard & Poor’s 500 Index (S&P 500® Index), un índice no gestionado de acciones ordinarias, se utiliza con frecuencia como medida general de la rentabilidad del mercado. El índice refleja la reinversión de todas las distribuciones y los cambios en los precios de mercado, pero excluye las comisiones de corretaje u otras tasas. No es posible invertir directamente en un índice.

Estrategias de inversión

La mayoría de nosotros estamos sujetos a lo que los investigadores denominan “inercia cognitiva”, la tendencia a aferrarnos a las creencias existentes aunque las circunstancias cambien. Para los inversores, esto podría resultar peligroso si no están atentos a los cambios materiales en la economía y los mercados.

Durante el anterior ciclo de mercado, de marzo de 2009 a febrero de 2020, un entorno de inflación baja y estable, crecimiento económico débil y una Reserva Federal acomodaticia conformaron las hipótesis y el comportamiento de los inversores. Vimos rendimientos históricamente altos, con las acciones estadounidenses multiplicándose por más de cinco y los rendimientos del Tesoro a 10 años cayendo de alrededor del 3% al 0,55%.

Todo esto empezó a cambiar a finales de 2021, cuando la Reserva Federal, en medio de una rápida recuperación de la recesión inducida por la pandemia de 2020, reconoció que podría persistir una mayor inflación y se embarcó en uno de los programas de subida de tipos más agresivos de los últimos 40 años. Con una subida del tipo de los fondos federales de 4,5 puntos porcentuales en sólo los últimos nueve meses, los mercados han respondido haciendo subir los rendimientos de los bonos del Tesoro, lo que a su vez ha reducido algo las valoraciones de las acciones. Aun así, los inversores de algunos segmentos del mercado, como los futuros de los fondos federales, han tardado en aceptar plenamente las orientaciones de la Reserva Federal, que ahora son relativamente halcones, y se aferran en cambio a previsiones más moderadas que podrían respaldar el aumento de las valoraciones de las acciones.

  Consejos para invertir en bolsa